sábado, 11 de diciembre de 2010

PRESENTACIÓN DEL PROBLEMA AMBIENTAL

PROBLEMATICA AMBIENTAL Y POLITICA DESDE LA INFANCIA.

Desde muy pequeño recuerdo haber escuchado los rumores de que "El canal de avenida Patria seria entubado por fin", y que en su lugar implementarían un bonito camellón lleno de árboles y juegos lo cual represento la ilusión de todo niño del barrio, pues las áreas de juego eran muy reducidas y otras estaban ubicadas en zonas muy peligrosas.

Llegue corriendo a la privada donde vivía la abuela, que irónicamente la fachada del ingreso daba hacia avenida patria y hacia el rio: ---¡No manches, van a entubar el canal!, ¡van a entubar el canal!, ¡Y nos van a poner un parque!---¿Van a entubar el canal?, ¿Qué es eso?---Poncho contesto: ---Si, van a cerrar el rio y encima van a poner pasto y árboles y canchas de fut y juegos---(todos)---¡No manches!, ¡No manches!, ¡Van a entubar el canal!, ¡Van a entubar el canal!---

Recuerdo que siempre que salíamos de la privada, nos sentábamos ahí afuera, en la bardita de la fachada, a contar cuantos carros pasaban cada cuanto tiempo. En ocasiones, rompíamos vidrios de camiones, o en temporada de lluvias nos quedábamos al lado de la banqueta esperando a que pasaran los carros por los charcos y nos mojaran. Esas eran nuestras formas de divertirnos a los 5 o 6 años, la otra era fugándonos para ir a otras zonas del barrio y poder jugar a escondidas de nuestros padres, pues ellos conocían el riesgo de la zona y nos castigarían si se enteraran.

Fue así como día a día esperábamos ver por fin esas enormes maquinas amarillas tapando el canal y recuerdo que todas las mañanas y las tardes pasaba por ahí; de camino a la primaria o a la casa de la abuela teníamos que cruzarlo. Recuerdo que hasta hacíamos asambleas para decidir sobre cual parte sería la mejor para construir nuestra casa en el árbol: --- ¡Cerca de los juegos!--- decía René, --- ¡No!, ¡No! ¡Mejor cerca de la tienda para comprar dulces!"--- decía Poncho quien era el más gordo de toda la palomilla de mis amigos del barrio.

Pasaron los días, los meses (...) y la espera parecía tornarse una eternidad. La ilusión regreso un día que decidí hacer en una placa de madera y con un cautín que conseguí en la fábrica de muebles de mi papa (en la cual trabajé muchos años). "Callejeros" decía, ese sería el nombre de nuestra casa en el árbol.

--- ¿Les gusta?---
--- ¡Sí!, ¡está bien chida Pepe!, ¡No manches!---
---Se verá más chida cuando la clavemos en la casita---

Y siguieron corriendo los meses. La primaria termino y con ello la ilusión de ocho niños, ante una de las tantas promesas del gobierno del estado.

Ya en la secundaria, recuerdo que platicábamos sentados en la bardita de siempre y alguien pregunto: --- ¿Por qué nunca habrán hecho el parque?---Porque el gobierno nunca hace nada güey---conteste yo desairado y molesto después de haber recordado como un grupo de apoderados destrozaron mi ilusión de poder salir a jugar a un lugar seguro y cercano de mi casa.

Fue así como tuve mi primer contacto con una problemática ambiental y mi primer contacto con la falta de organización y de responsabilidad de los políticos de mi país.

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